Este año se ha iniciado la búsqueda de viviendas. La campaña se ha centrado en los dos objetivos primordiales de este gran proyecto
Hoy termina la séptima temporada de excavaciones en el poblado amurallado de la edad del hierro de Munoandi. La campaña de este año se ha centrado en los dos objetivos primordiales de este gran proyecto; por una lado en la especificación del tipo de muralla que rodea el recinto y la recogida de información sobre la ciclópea entrada del mismo, y por otro lado, comenzar los trabajos de búsqueda de vivienda en el espacio donde tras realizar varias catas se encontraron diversos utensilios de la vida cotidiana de sus moradores.
Hallazgos en la zona
Los trabajos en este aterrazamiento han dado, en estos días con trozos de cerámica, ya sean de confección manual o en torno, diversas piezas metálicas, además de escoria de metal (restos que quedan tras el trabajo de la metalurgia).
Con este último hallazgo, estamos asegurando que aquí se trabajaba el metal, ya fuera para confeccionar herramientas, adornos o armas. Ahora habrá que realizar análisis metalográficos y químicos para ver exactamente que tipo de metal era el trabajado.
La nueva zona de trabajo, abarca aproximadamente 100 metros cuadrados y según Sonia San José, responsable de la excavación «el tiempo ha acompañado y hemos podido realizar bastante trabajo. Para el año que viene extenderemos la zona hacia abajo, es decir hacia la muralla y también en la parte superior de la misma».
Se han retirado tres capas o «lechos» de 4 centímetros y básicamente se están limpiando los tocones de los pinos que había en la zona para poder cortar las raíces y quitarlos de la zona.
También, se han recogido muestras de carbón que examinados con la técnica del Carbono 14 nos indicarán su datación, así como el tipo de madera que era y por lo tanto el tipo de aprovechamiento que hacían nuestros antepasados del entorno. Las 20 personas que han trabajado en la zona este año, lo han hecho divididos en dos grupos. Uno en la zona del aterrazamiento y la otra en la muralla y puerta de acceso al recinto. En esta última, han retirado otra capa en la superficie sacando otra hilera de piedra de la muralla y han dado con la pared exterior de la torre de control de la entrada. En la campaña, además de la visita guiada que fue muy exitosa con unas 40 personas, ha habido un goteo constante de visitantes que se han acercado a este tesoro.
Poblado fortificado
Munoaundi es un poblado fortificado de la Edad del Hierro, construido durante el primer milenio antes de nuestra Era, en la época anterior a la llegada de los romanos a nuestro territorio y se sitúa al este del monte Txalintxo y encima de Loyola con una superficie total que rondaría las 7 hectáreas . Desde este sitio se controla gran parte del valle del Urola. Desde 2006 miembros del Departamento de Prehistoria de la Sociedad de Ciencias Aranzadi están realizando la excavación arqueológica de este poblado para conocer como vivían sus pobladores hace unos 2.500 años.
En 2006 se desarrolló una campaña de prospección arqueológica en todo el recinto para localizar las áreas de mayor interés. Se excavaron más de 40 catas, donde se hallaron una pesa troncocónica de bronce, prueba irrefutable de actividad comercial y por ende conocimientos matemáticos para poder realizar transacciones comerciales. Pesas similares de esa época tan solo se han hallado en el poblado de la edad del hierro de Biasteri (Laguardia). También se hallaron piezas metálicas de la parte inferior de asta de lanza, una fíbula de bronce (elemento de adorno de un broche para 'agarrar' una capa), etc.
Fuente: Diario Vasco
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