viernes, 7 de mayo de 2010

Yacimiento de Lezoaundia (Lezo)


Vista del yacimiento al pie de la iglesia de San Juán Baustista.

La excavación arqueológica llevada a cabo por la Sociedad de Ciencias Aranzadi en el lugar de Lezoaundi, la cima de una colina en el centro mismo del núcleo urbano de Lezo, ha permitido localizar el emplazamiento que desde el siglo XIII ocupó uno de los principales linajes de Lezo, y en concreto, definir con exactitud la ingente casa solariega reedificada a comienzos del siglo XVII. El yacimiento, que corresponde con la parte inferior de los muros perimetrales del edificio, han permitido documentar en su interior diferentes espacios y construcciones que nos hablan de distintos períodos de ocupación.




Vistas de la esquina SurEste del yacimiento.





Asimismo se han recogido gran cantidad de materiales, también de épocas diferenciadas y relacionados con la vida cotidiana, tales como fragmentos cerámicos de pipas de caolín o monedas y botones de cobre. El yacimiento se encontró durante las obras de remodelación de la arboleda de Lezoaundia, junto al ayuntamiento y la iglesia de San Juán Baustista. Por desgracia el yacimiento volverá a ser enterrado en breve, sin considerar siquiera la integración del mismo en el parque.


Guillermo de Lazón, el antepasado más antiguo de este linaje según la tradición, aparece como principal fundador de la villa de Fuenterrabía, a la que dió el fuero de San Sebastián en 1203 el rey castellano Alfonso VIII, señor de Gascuña por su matrimonio con la hija de Leonor de Aquitania y que por el orígen del nombre, parece ser uno de los colonos gascones con los que se estuvo fundando villas en Guipúzcoa por la época.






Vistas de la esquina NorOeste del yacimiento.





Un rama de este linaje pasó a Rentería, siendo su representante más ilustre María de Lezo, y otra rama a Pasajes de San Pedro, entonces perteneciente a San Sebastián, cuyo miembro más destacado sería el almirante don Blas de Lezo. Además del solar de Lezoaundia, en Lezo había otra casa solar llamada simplemente "de Lezo", a la que pertenecería don Lope de Isasti.


Nombre oficial:

Lezoaundia

Dirección:

Arboleda de Lezoaundia
C.P.: 20100

Coordenadas:

ED50:
UTM 30: X=589423 m. Y=4797244 m. altura=22 m.
geográficas: longitud:-1 53 49.8 latitud:43 19 18.9 altura=22 m.

WGS84:
geocéntricas: X=4645072 m. Y=-153967 m. Z=4353551
geográficas: longitud:-1 53 54.4 latitud:43 19 15 altura=72


*Cómo llegar:

- Desde San Sebastián:

Cogemos la N-I en dirección a Irún hasta llegar a Lezo.

- Desde el ayto. de Lezo:

Subimos por las escaleras situadas a la izquierda del edificio hasta el parque de Lezoandia.

- Desde de la iglesia de San Juan Bautista:

Vamos 50 m. en dirección Este hasta la arboleda de Lezoandía.


* Para saber más:

Sociedad de Ciencias Aranzadi
, Encontrado restos arqueológicos en Lezo.

domingo, 2 de mayo de 2010

Vivencias del 2 de mayo en San Sebastián

LA CALLE DE LA MEMORIA
Vivencias del 2 de mayo en San Sebastián.
1808 Godoy ordenó abrir las puertas de la ciudad al ejército francés.
02.05.10 - 02:15 - JAVIER SADA


No parece aventurado el citar que aquellos días próximos al 2 de mayo de 1808 hubo más visitas de las habituales a los popularmente conocidos 'retretes de Napoleón', ubicados en la subida al Castillo por la parte de San Telmo, en el baluarte del Mirador.

Aunque la noticia de lo ocurrido en Madrid llegó a San Sebastián siete días después de haberse producido, y sin darle la población la importancia que en realidad tenía, el ambiente en la ciudad estaba lo suficientemente alterado como para sembrar la inquietud entre civiles y militares.

Hacía tres meses, concretamente el 6 de febrero, que los franceses se habían instalado en San Sebastián, siguiendo órdenes de Manuel Godoy, no sin que se produjera cierta resistencia por parte del Duque de Mahón, Comendador General de Gipuzkoa.

Por eso los donostiarras, que tenían como amigo al Príncipe de Asturias, futuro rey Fernando VII, celebraron la caída de Godoy y cuando conocieron la abdicación de Carlos IV, el 25 de marzo, sacaron a la calle a los pregoneros anunciando bailables, corrida de toros, salvas de cañón, cohetes y repique de campanas.

Los propios oficiales españoles, dos días más tarde, organizaron un baile, con cena incluida, presidido por las banderas de Francia y España con grandes letreros en los que podía leerse «¡Viva Napoleón! y ¡Viva Fernando VII!».

Pero la historia tomaría otros derroteros y a los días de júbilo siguieron jornadas pesimistas cuando se conoció la presencia de la familia real en Bayona, ciudad a la que llegaron a través de nuestra provincia.

«Los espíritus están exaltados por Fernando VII», escribiría el general Thouvenot que a la vista de los hechos acababa de ser nombrado Comandante General, sustituyendo al duque de Mahón. Hacía un par de días, el 30 de abril, dicho general ya había comunicado al Príncipe de Neuchatel que «se está extendiendo el rumor de que los Borbones han dejado de reinar en España» y hasta las mujeres se pusieron de acuerdo para organizar una novena pidiendo por Fernando VII. Novena que, por cierto, Thouvenot consideró improcedente y ordenó que no se celebrara.

Corrían rumores de que los donostiarras preparaban una insurrección y todo colaboró a la ruptura de la cordialidad que hasta entonces había existido entre la población y el ejército español con el francés. El propio general Thouvenot, por lo que pudiera pasar, abandonó su residencia en el centro de la población para refugiarse en el Castillo y acuarteló a todos sus hombres.

Todo sucedió muy rápido. Si lo ocurrido en Madrid el 2 de mayo llegó a oídos de los donostiarras el día 9, el gobierno francés autorizó a Thouvenot, el día 11, para que fuera extendiendo la voz de que José Napoleón sería nombrado rey de España y San Sebastián, el 2 de julio, sería la primera ciudad requerida para proclamarlo como Soberano.

'Pepe Botella' llegó a San Sebastián el 9 de julio y conocedor de la opinión que sobre él había en la ciudad, que encontró vacía puesto que sus vecinos la habían abandonado para no recibirle, en un intento de ganarse a la población llamó a los alcaldes pidiendo una lista de necesidades, pero nadie le hizo petición alguna.


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