viernes, 6 de noviembre de 2015

Torre de Berriatua (Motrico)


La Torre Berriatua, también conocida como Suilangoa, (anterior al fuego), fue uno de los pocos edificios que se salvó del violento incendio que sufrió Motrico (Mutriku) en el año 1.553. Se cree que es el edificio mas antiguo de la población. Esta considerada como la casa-torre medieval mas alta, de las conservadas en Guipúzcoa. Antiguamente fue utilizada como torre de vigilancia del puerto.

<==Torre Berriatua, vista desde el Palacio Montalivet.

Fue propiedad de Brígida de Berriatúa, heredando en el año 1600 ,su hija Isabel de Lobiano, que se casó con Pedro de Idiaquez, pasando a formar parte de las propiedades de los Duques de Granada.

Es un edificio exento, de planta rectangular y cubierta a cuatro aguas, que fue levantado en mampostería vista y sillería, reservada para el recerco de los vanos y esquinales.

Consta de planta baja y cuatro alturas, levantándose sobre éstas, en el lateral derecho de la fachada principal, un cuerpo de dos pisos que ocupa la mitad de la planta del edificio. En la fachada principal abre, en la planta baja, cuatro huecos: tres accesos y una ventana. El de la derecha es adintelado, el central es en arco de medio punto, y el lateral izquierdo, de mayores proporciones, es un arco apuntado de estilo gótico que muestra en su clave un escudo con un anagrama, borrado en parte.

 En la primera altura, tres pares de ventanas geminadas en arco de medio punto, dos de ellas sin parteluz, se coronan con una línea de modillones que delimita las alturas. En la segunda, se repiten las ventanas geminadas, pero aquí se abren cuatro pares de ventanas con repisas de piedra decoradas con bolas. En la tercera, se alternan ventanas antepechadas con ventanas geminadas en arco de medio punto, ambas sin parteluz. Otra línea de modillones, sobre la cual se abren pequeños huecos de medio punto -hoy cegados-, define las alturas. Una moldura con decoración de bolas recorre la fachada sirviendo de repisa a los vanos de la cuarta altura. En origen, eran cuatro ventanas geminadas en arco de medio punto con parteluz, de las que hoy tan solo queda una. Tanto la mitad izquierda de la fachada principal como el lateral izquierdo, rematan en una sucesión de triples modillones sobre los que descansa el alero de madera. En la esquina conserva un garitón ligeramente desmochado respecto al nivel original de la torre. Lo más destacado de este lateral son los vanos conopiales, dos de ellos accesos recercados en sillar. En la última altura destaca un vano rectangular con guardapolvos, decorado con una moldura de bolas.Una escalera exterior daba acceso a cada uno de los pisos, excepto al último, al cual se accedía a través de un pasadizo por la parte alta, junto a la muralla.


Nombre oficial:  Torre Berriatua 
Dirección: Calle Modesto Txurruka, nº2
C.P.: 20830
Fuentes:
Ayto. Mutriku
Teusa
Ingeba
Debabarrena Turismo

domingo, 2 de marzo de 2014

Los galos aquitanos en el Museo San Telmo (San Sebastián)


El Museo San Telmo exhibe una exposición itinerante organizada por el Museo de Aquitania (Burdeos) de más de 1.600 piezas arqueológicas procedentes de unos 30 museos, entre ellos el propio Museo de Aquitania, el Museo Saint-Raymond de Toulouse, el Museo de la Ville de Poitiers y Arqueológico de Cataluña.o el del Bibat (Alava).


 
Junto a las centenares de piezas de la Edad de Hierro de uso cotidiano (como espadas, monedas, torques, colgantes, vasijas, etc) también se pueden apreciar algunas maquetas de cromlechs o de un mina romana y reproducciones de una casa, una canoa y de los distintos hornos para fabricar cerámicas o hierro.

 
Esta exposición temporal podrá contemplarse en el museo donostiarra de Martes a Domingo hasta el 25 de Mayo.

domingo, 24 de noviembre de 2013

Macacos y renos a la sombra de Udalatx (Mondragón)


 Macacos y renos a la sombra de Udalatx

Una sucesión de periodos glaciares e interglaciares modelaron una fauna y una flora tan dispar como asombrosa. La palinóloga María José Iriarte ha estudiado la evolución del clima y la diversidad vegetal que produjo en cada época

24.11.13 - 00:17 - KEPA OLIDEN | ARRASATE.
 
Macacos que brincaban de roble en roble alimentándose de sus hojas y renos que pastaban en la rala estepa helada se cobijaron bajo la sombra del monte Udalatx en épocas prehistóricas. Una sucesión de periodos glaciares e interglaciares modelaron una flora y una fauna tan dispar como asombrosa. Su huella quedó conservada en los yacimientos de Lezetxiki y Labeko Koba.

Pero desentrañar su significado no está al alcance de cualquiera. La palinóloga (experta en el estudio del polen) e investigadora de Ikerbasque María José Iriarte es una de las autoridades en la materia. Casada con el arqueólogo Álvaro Arrizabalaga, director de la excavación de Lezetxiki, la profesora Iriarte intervino el martes en la conferencia inaugural de las II jornadas 'Desempolvando el Pasado' que organiza Arrasate Zientzi Elkartea.

La profesora Iriarte realizó un recorrido por la evolución del clima que ha determinado la flora y fauna que durante los últimos cientos de miles de años ha crecido en nuestro entorno más próximo.

Su relato, sin embargo, se remontaba nada menos que 40 millones de años atrás, cuando el monte Udalatx y toda la geografía vasca emergen del lecho marino por efecto de la colisión de la placa tectónica de Iberia con el continente. De aquel choque surgen la cordillera de los Pirineos y «nosotros no somos más que un daño colateral» de aquel cataclismo.
 
De ratones y macacos 
 
El conocimiento científico de la evolución del clima, de la flora y de la fauna se apoya, al menos en parte, en el estudio de los vestigios descubiertos en los yacimientos prehistóricos. Y los de Lezetxiki y Labeko Koba se han demostrado muy reveladores.

Lezetxiki era una osera donde durante milenios hibernaron los enormes y temibles ursus deningeris y su descendiente, el ursus spelaeus u oso cavernario. Animales de más de 500 kilos e imponentes 3 metros de altura con los que sólo rivalizaba el león cavernario, un felino de 2,5 metros y más de 300 kilos. Obviamente, los humanos se establecían en Lezetxiki sólo cuando no había nadie en casa.

Precisamente el hallazgo de un cráneo de ursus deningeris ayuda a situar cronológicamente unos molares de rinoceronte lanudo descubiertos por Arrizabalaga en Lezetxiki. Un indicio claro de que por aquella época -hace unos 160.000 años, durante el pleistoceno medio- en Arrasate «había condiciones de estepa». Al final de este periodo glaciar (Estadio isotópico 6) el hallazgo de unos dientes de un ratón (Sicista betulina) propio de ambiente estepario o de taiga, es otra evidencia de estas condiciones frías.

Sin embargo, aquella glaciación comenzaba a remitir.Al inicio del pleistoceno superior -hace 126.000 años- hubo un periodo interglaciar «más cálido que el que vivimos ahora». Según la profesora Iriarte, se registra incluso en el nivel marino, con el mar 6 metros por encima de su altura actual. Hizo más calor que ahora y se deshelaron más los polos».

Este contexto de climatología benigna donde se fecha uno de los hallazgos más sorprendentes realizados hasta la fecha en Lezetxiki: parte de la mandíbula inferior de un ejemplar hembra de macaco. Se trata del resto de uno de los últimos simios que habitaron en Europa antes de su extinción. El fósil pertenece a un 'macaco de Berbería', más conocido como mono de Gibraltar, reintroducidos durante la ocupación musulmana. Según la profesora Iriarte, vivían en los robles y se alimentaban de sus hojas.

Pero además de robles, en este periodo interglaciar «nos encontramos que en el País Vasco prolifera una especie de árbol que ya no está: el carpe (carpinus betulus)».

La existencia del macaco, decía María José Iriarte, prueba que «en aquella época había otra especie de primate en Mondragón aparte del humano neandertal».

Esta especie humana evolucionó hace unos 160.000 años a partir del homo Heidelbergensis, más conocido como el hombre de Atapuerca.

Al neandertal que quedó como única especie humana nativa de Europa le tocó disfrutar «con el calorcito y con los monos en Lezetxiki, para 20.000 años después pasar un frío atroz y vivir cubiertos de pieles». La profesora Iriarte explicaba que se avecinaba otros periodo glaciar en la interminable sucesión de altibajos que caracterizan a la evolución de climatológica. Pero no todo se desarrolla de manera uniforme. «Dentro del periodo glaciar no todo es frío, ni dentro del periodo interglaciar es todo cálido. Hay variaciones y cada región responde de distinta manera» aclaraba esta investigadora.

Será a la vuelta de este frío periodo estadial (Estadio isotópico 4), cuando lo peor ya ha pasado, cuando el hombre europeo neandertal se topará con un visitante: el africano homo sapiens, nuestra especie. Ocurrió hace unos 40.000 años. Unos diez mil años más tarde el neandertal se extinguía.

Durante este periodo de mejoría climática, las «variaciones de clima varían increíblemente en muy poco tiempo. En mil años cambia radicalmente y nuevamente Arrasate es ejemplo de ello» aseguraba Iriarte.

Labeko Koba 
 
Si Lezetxiki era una osera, Labeko Koba era un cubil de hienas. Antes de su desaparición en 1989 para construir la variante, se excavó todo el yacimiento arqueológico donde hay un nivel de restos animales presas de las hienas. Estos predadores comían huesos y por eso sus heces tienen un gran componente de carbonato cálcico. Por eso no se deterioran. A través de sus coprolitos (heces fosilizadas), que también contienen restos vegetales, se analizó el polen y arrojó un paisaje -hace unos 40.000 años- en el que «había un clima no tan cálido como el actual, pero sí lo suficientemente benigno para que tuviéramos especies de hoja caduca (castaño, roble...)». Estos son los pólenes de castaño más antiguos que se han datado en el País Vasco.

Pero «mil o mil quinientos años después» el paisaje que rodea a Labeko Koba es de nuevo glaciar. Entre los restos hallados en la cueva «aparecieron mamut, glotón, marmota, reno. Y en cuanto al paisaje vegetal tenemos dos pinos. No hay más. O sea que en muy pocos años el clima cambia mucho. De un paisaje abierto con algunos árboles caducifolios pasamos a un paisaje más abierto todavía, con muy pocos árboles, y estos renos pastando por un Mondragón estepario».

Hasta tal punto faltaban árboles que en Labeko se ha documentado la presencia de hogares en los que el combustible empleado eran huesos animales. «Experimentando con huesos machacados y empleando el tuétano como mecha hemos realizado fuegos muy buenos. No huele y no produce humos, y calientan durante toda la noche», aseveraba la profesora Iriarte.

El máximo glaciar registrado hace 20.000 años es el «último gran periodo frío que se va a dar». El casquete polar se extiende entonces hasta cubrir las islas británicas y Udalatx es una cumbre de nieves perpetuas. El mar retrocede 11 kilómetros con respecto a la linea costera actual. Y en las estepas vascas pastan el reno, el mamut y el rinoceronte lanudo.

El periodo interglaciar que vivimos ahora recibe el nombre de Holoceno, y la mejora de las condiciones climatológica favorece la expansión de la vegetación arbórea. Robles, encinas, avellanos y las hayas, aunque en mucha menor medida, proliferan con curvas del 70-80 por ciento de polen arbóreo.
Pero el clima en el Holoceno tampoco es estable, y se registran «deterioros» en los años 8.200, 4.500 y 3.000 a.C., en la época de la Edad del Hierro en que se establece un poblado de agricultores y ganaderos sobre la cima de Muru.

Tampoco el pasado milenio ha estado exento de altibajos. La profesora Iriarte citaba el denominado periodo cálido medieval que entre los siglos X-XV registró un periodo tan benigno que se piensa que la temperatura media podía ser 1 o 2 grados mayor que en la actualidad. «Si los vikingos vivían donde vivían era porque las condiciones climáticas se lo permitían.

En cuanto cambiaron, los vikingos desaparecen. Su población estable vivía y cultivaba la tierra en Groenlandia». En Francia, en la zona de Burdeos, «los viticultores pidieron al rey que protegiera el vino francés frente a la importación de Inglaterra».

Pequeña Edad de Hielo 
 
A los ingleses se les terminaría la producción de vino con la llegada de la Pequeña Edad del Hielo que se registró entre los siglos XV y XIX. Es una fase en la que produce un gran deterioro climático. En Inglaterra pasan de elaborar vino a tener lo que denominan el mercado del hielo, que no es otro cosa que un mercado que se celebra sobre el río Támesis congelado en invierno. «Todos eso cuadros holandeses de patinadores sobre el río corresponden a este periodo» señalaba la profesora Iriarte.

Más allá de estos altibajos, el periodo interglaciar en el que nos encontramos «se halla en su fase final». La profesora Iriarte aseguraba que, al menos en teoría, «nos encaminamos hacia una nueva glaciación». Eso si la acción humana no descompensa antes la evolución natural del clima. Porque, como alertaba esta investigadora «somos unos seres vivos más y que puede que no nos guste la respuesta que le planeta dé a nuestra interferencia sobre él».

Fuente: Diario Vasco

viernes, 20 de septiembre de 2013

Cuando Guipúzcoa era San Sebastián (Ormaiztegui)


El Museo Zumalakarregi inaugura hoy la exposición '1823. Los Cien Mil Hijos de San Luis' dentro del proyecto Tratado de Paz de 2016

20.09.13 - 00:30 -

martes, 17 de septiembre de 2013

Datan en Altxerri las pinturas rupestres más antiguas de Europa (Aya)

La edad estimada de los dibujos es de 39.000 años, según una investigación de científicos de las universidades de Cantabria, Burgos y Toulouse

 

 La cueva guipuzcoana de Altxerri alberga en sus paredes las pinturas rupestres más antiguas datadas hasta ahora en Europa, con una edad estimada, 39.000 años, 3000 más que las de Altamira, según una investigación realizada por científicos de las universidades de Cantabria, Burgos y Toulouse (Francia). El Instituto Internacional de Investigaciones Prehistóricas de Cantabria explica, en una nota, que las conclusiones de esta investigación realizada en una galería conocida como Altxerri B, han sido publicados por la revista Journal of Human Evolution, una de las más importantes en el campo de la Antropología y la Arqueología Prehistórica internacional.

La investigación se remonta al año 2011, cuando los miembros de la Universidad de Cantabria César González y Aitor Ruiz decidieron realizar un nuevo estudio del conjunto rupestre de Altxerri, en el que, además de la gruta original, incluyeron la galería superior conocida como Altxerri B, donde se encuentran las pinturas datadas ahora.

Aitor Ruiz, que llevaba a cabo su tesis doctoral sobre este tema, recuerda que "desde el principio resultó evidente que se trataba de un conjunto independiente" de las pinturas de la galería inferior, por lo que uno de sus primeros objetivos fue establecer una cronología para Altxerri B. Con este objetivo, se integraron en el equipo investigador al especialista en Arte del Paleolítico Superior Inicial Diego Garate, de la Universidad de Toulouse, y al experto en Geoarqueología de la Universidad de Burgos Eneko Iriarte.

Ante la imposibilidad de fechar directamente las pinturas, ya que están realizadas con pigmentos inorgánicos, los arqueólogos recurrieron a otras técnicas mediante unas dataciones de huesos depositados al pie de las pinturas que luego vincularon con análisis de otras muestras del contexto. El estudio, financiado por la Sociedad de Ciencias Aranzadi de San Sebastián, ha arrojado una estimación próxima a los 39.000 años de antigüedad.

Para contrastar si esas fechas podían ser asimiladas a la época de realización de las pinturas, se recurrió a otro tipo de evidencias como la similitud formal con pinturas de distintas cuevas de cronologías similares. Al mismo tiempo, se efectuó un estudio geológico que determinó la independencia de los yacimientos de la gruta de Altxerri y de la galería denominada Altxerri B, cuyo acceso había quedado sellado hacías miles de años, "lo que avala la antigüedad de las pinturas" ahora datadas.

El conjunto rupestre de Altxerri, ubicado en Aia (Gipuzkoa), fue descubierto en 1962 e inmediatamente estudiado por el investigador Jose Miguel de Barandiarán, aunque posteriormente fue vuelto a analizar por los arqueólogos Jesús Altuna y J.M. Apellániz, quienes publicaron una nueva monografía en 1976. Destaca en la cavidad un importante conjunto de pinturas del período Magdaleniense reciente (entre 14.500 y 11.700 Antes del Presente), que incluye 68 bisontes, 7 renos, 6 cabras, 5 caballos y 4 peces, además de un ciervo, un oso, una serpiente y otras muchas unidades de distintas especies animales.
Todo ello le hizo merecedor de su inclusión, junto a otros conjuntos rupestres paleolíticos cantábricos, en la Lista de Patrimonio Mundial de la Unesco en 2008. Desde 1966 existían, además, referencias a una galería superior con pinturas rojas, la cual sin embargo nunca había sido estudiada en profundidad hasta ahora.

Fuente: El País.com

domingo, 23 de junio de 2013

Víspera de ritos y tradiciones (Beasain)

A las hogueras se suma la izada del chopo en Igartza y la eskudantza. Dando continuidad a una muy antigua tradición, mañana, en la festividad de San Juan, muchos dinteles de los portales amanecerán cubiertos con las protectoras y verdes ramas de fresno

23.06.13 - 00:07 -

Beasain cuenta con un interesante «patrimonio inmaterial», tal y como señalaba en su día el secretario de Aranzadi, Juantxo Agirre, al referirse a la ezpata-dantza de San Martín de Loinaz o a las tradiciones de la víspera de San Juan, que tuvieron vigencia en las décadas centrales del siglo XX. Algunas de ellas se perdieron posteriormente, pero hace varios años se volvieron a recuperar. Se trata, por ejemplo, de la izada del chopo en Igartza en la víspera sanjuanera (acto recuperado en 2010), acto al que se ha sumado el baile de la eskudantza, realizado exclusivamente por chicas, que se baila en torno a la hoguera desde 2008.

En Igartza y Barrendain
Este año, también, se volverá a alzar el rectilíneo tronco en Igartza. Será hoy domingo, víspera de San Juan, a las 19.30 horas, pero media hora antes, en kalejira, acudirán hasta el histórico barrio los txistularis acompañados de los gigantes. Allí, en Igartza, a las 20 horas se bailará la eskudantza de chicas creada en su día por Mikel Sarriegi.
Martina Irizar, memoria viva de Igartza -fue la última residente en los edificios de Igartza- recordaba a la perfección en una entrevista realzada en 2010 cómo «se colocaba el chopo en unas ocasiones al lado del puente y otras junto a la ermita, tarea en la que colaboraban todos los vecinos del barrio, de Zapatari, como los Albisus, mi aita Luis, los de la Herrería (Ermentari), los Ibarbias de Usategi, los de Dolarea y del Palacio, además de Etxezarreta».
Hoy, a las 21.30, los txistularis partirán desde Igartza hacia Barrendain, anunciando con su música los actos previstos. A las 22 horas, nuevamente las chicas de Aurtzaka bailarán la eskudantza, pero en esta ocasión en torno a la hoguera, junto a la plaza Barrendain. Media hora más tarde (22.30), a los sones del Zortziko de San Juan se encenderá la hoguera y a continuación los más osados saltarán sobre los rescoldos al tiempo que la txaranga Koskola pondrá el ambiente musical. Para entonces los portales de las viviendas del centro irán quedando adornados con las protectoras ramas de lizarra (fresno).

Martín Etxezarreta
Al respecto, en el 'Beasain Festivo' de 2013, en el artículo que el etnógrafo beasaindarra Josetxo Zufiaurre escribe y titula 'Martin Karreteroa', recuerda cómo en los últimos 47 años de su vida, Martín Etxezarreta era quien prendía la hoguera oficial de la villa en Barrendain y saltaba el primero sobre ella, y a continuación colocaba las ramas de fresno en los portales de la villa.
El testigo a las fiesta sanjuanera será tomado por la Portería y Arriaran con los festejos en torno a la fiesta de San Pedro.

Fuente: diario vasco

lunes, 25 de marzo de 2013

La Ruta de los dólmenes



23/03/2013
 
 
La “Ruta de los Dólmenes”, denominada como PR-Gi 94, comprende un recorrido de 20 kilometros a través de la divisoria de Karakate-Agirreburu y une las localidades de Elgoibar, Soraluze y Bergara. Se trata de un sendero de gran valor natural y cultural, en el que se pueden contemplar vestigios de nuestros antepasados, dólmenes y túmulos que conforman la estación megalítica de Elosua-Plazentzia.

La presentación del nuevo sendero temático Ruta de los Dólmenes ha tenido lugar  en la Agencia de Desarrollo comarcal Debegesa, en Eibar. En el acto han participado el Director de Turismo de la Diputación Foral de Gipuzkoa, Roke Akizu, la Alcaldesa de Soraluze, Hiart Arluziaga, la Técnico de Cultura del Ayuntamiento de Elgoibar, Blanca Salegi, el concejal del Ayuntamiento de Bergara, Juanje Amasorrain, el secretario general de la Sociedad de Ciencias Aranzadi, Juantxo Agirre, y la responsable de Turismo de Debegesa, Cristina Iturriagagoitia.

Con objeto de poner en valor el entorno de Karakate-Agirreburu y su patrimonio natural y cultural, en la adecuación e interpretación del sendero han intervenido los Ayuntamientos de Elgoibar, Soraluze y Bergara, liderados por Debegesa, junto con la Sociedad de Ciencias Aranzadi, Debemen y la Federación de Montaña de Gipuzkoa. Para su desarrollo el proyecto ha contado también con la colaboración dela Diputación Foralde Gipuzkoa y Gobierno Vasco.

Una de las razones por las que se aborda el proyecto de puesta en valor y divulgación de los valores de esta zona, es porque se reconoce que este sendero y su entorno contienen recursos tangibles e intangibles con un importante potencial turístico y, por lo tanto, con capacidad de generar oportunidades ligadas al turismo en este entorno en general y en particular en el ámbito rural.

La “Ruta  de los Dólmenes”, denominada PR-Gi 94, comprende un recorrido de 20 kilometros a través de la divisoria de Karakate-Agirreburu y une las localidades de Elgoibar, Soraluze y Bergara.

El sendero atraviesa parajes de gran belleza y con gran valor cultural. La Ruta de los Dólmenes, tal y como la denominó Aita Barandiaran, nos introduce en un territorio que fue desde antiguo ruta de paso entre los valles de los ríos Deba y Urola. En ella podemos descubrir el legado de nuestros antepasados, dólmenes y túmulos que conforman la estación megalítica de Elosua-Plazentzia, dispersados a lo largo del cordal que dibujan las cimas de Karakate, Irukurutzeta y Agirreburu, cuyo interés se ve acrecentado por las extraordinarias panorámicas que nos brinda el recorrido.

La ruta puede ser disfrutada por todo tipo de público, tanto para aquellas personas que buscan un paseo tranquilo con bonitos paisajes e historia de nuestros antepasados como por personas que quieren realizar una caminata de cierta dificultad por un bello entorno. Cada uno, puede elegir el punto de inicio y final, eligiendo los tramos que le interesa descubrir y la dificultad y el desnivel al que se quiere enfrentar.
La ruta se encuentra conectada con los núcleos urbanos de Elgoibar, Bergara y Soraluze, y está señalizada y balizada siguiendo los criterios de la Federación de Montaña de Gipuzkoa. Además, se han publicado folletos informativos sobre la ruta, donde se incluye un mapa detallado sobre el recorrido y los puntos de interés dela misma. Estemapa está disponible en los tres Ayuntamientos y en las Oficinas de Turismo de Deba y Mutriku.

Visitas guiadas y talleres de actividades

Con objeto de promocionar y dinamizar la Ruta de los Dólmenes, y para aquellas personas que quieran disfrutar del entorno en una actividad organizada, se ha diseñado un programa de actividades que incluye visitas guiadas por el cordal Karakate-Irukurutzeta y talleres de actividades dirigidas a familias con niños y niñas, dando así continuidad al proyecto que el año pasado llevaron a cabo en colaboración la agencia comarcal Debegesa y la asociación Debanatura, denominado “Arbasoen Deia”.

El programa se desarrollará entre Semana Santa y el mes octubre, con un total de  4 visitas guiadas y 4 talleres de actividades.

El inicio del programa está previsto para el próximo 30 de marzo, sábado santo, con una visita guiada por el cordal Karakate-Irukurutzeta. La cita será a las 10:00 en el parking de Karakate. Aquellas personas interesadas pueden apuntarse llamando a Debegesa, 943 820 110, o al teléfono de Debanatura, 943 191 172/695 783 656 (último día para apuntarse, 29 de marzo, viernes).

Las visitas guiadas están dirigidas a todas aquellas personas que vienen por primera vez a conocer nuestro patrimonio natural y nuestra historia así como a aquellas personas que ya conocen el entorno pero que lo quieren descubrir con otros ojos. La visita tiene una duración de 3 horas y mediante un guía experimentado se podrá descubrir y profundizar en el conocimiento de la historia de nuestros antepasados: hitos, inicios y evolución del pastoreo, modos de vida, creencias, datos e interpretación de los restos del entorno, resultados de las excavaciones, etc.

Por otro lado, el taller de actividades está dirigido a familias con niños y niñas de entre 4-12 años. Los talleres tendrán un carácter lúdico, donde las familias compartan un tiempo de diversión y aprendizaje, y comprendan cómo vivían nuestros antepasados, sus creencias, las técnicas de supervivencia y caza, las labores de pastoreo, etc.

La estación megalítica de Elosua-Plazentzia

Uno de los mayores valores del entorno y, concretamente, de la Ruta de los Dólmenes, es el arqueológico, en forma de dólmenes y túmulos que conforman la estación megalítica de Elosua-Plazentzia, dispersados a lo largo del cordal que dibujan las cimas de Karakate, Irukurutzeta y Agirreburu. Se trata de una estación megalítica de clara importancia en el estudio de la arqueología general del País Vasco y, en particular, del valle del Deba. El patrimonio prehistórico de dicha estación megalítica está formada actualmente por 16 monumentos (10 túmulos y 6 dólmenes) distribuidos entre los municipios de Bergara, Azkoitia, Antzuola, Elgoibar y Soraluze. Los mencionados monumentos fueron descubiertos en su mayoría por J.M. de Barandiaran entre 1920 y 1921 y excavados por él mismo junto a T. de Aranzadi y E. Eguren entre 1921y 1922. Lamentablemente, la mayor parte de estos monumentos fueron expoliados antes incluso de iniciarse las primeras investigaciones.

Fuente: Aranzadi

domingo, 24 de marzo de 2013

Premio Blogafari 2013


Aunque no haya hecho muchos méritos últimamente, he tenido el honor de recibir el premio Blogafari 2013 por este humilde blog de Historia de Guipúzcoa. Premio compartido con otros 5 ilustres blogueros:

Ander Izagirre y su  Periodismo con botas
Xabier y su blog sobre El Leizarán y otras cosas
Imanol y su  BuscoaImanol
Josean y su Eresfea
Sergio y su blog homónimo Sergio Fanjul


Desde aquí quiero expresar mi agradecimiento al jurado y a todos los lectores de Historia de Guipúzcoa, que con sus visitas, comentarios y consultas han contribuido a su existencia. 

¡¡¡¡Muchas gracias a todos!!!



viernes, 8 de febrero de 2013

Exposición sobre Murumendi (Beasain)

Un poblado de hace dos mil años

Se inaugura en Beasain una exposición sobre las excavaciones del castro de Murumendi

07.02.13 - 12:53 -
 
Los hallazgos de Murumendi. Ander Arrese, en su despacho con un trozo de molino circular en sus manos./Lobo Altuna

«Murumendi es un poblado de la última fase de la Edad de Hierro, de tamaño pequeño y con doble muralla concéntrica. Los objetos que hemos encontrado allí parecen algo más recientes que los de otros castros cercanos, como los de Intxur y Basagain», comenta Ander Arrese, el arqueólogo beasaindarra que este viernes inaugurará en su pueblo la exposición ‘Murumendi. Burdinarotik Aintzinarora’, que muestra los resultados de las excavaciones en esa cima tan visitada por las gentes del Goierri.

La cita es a las 19.00 horas en el Palacio de Igartza. Arrese ofrecerá una conferencia y, a continuación, se abrirá la exposición, que ocupa una de las alas del edificio. Se podrán ver varios paneles con explicaciones y diversos objetos de las excavaciones, junto a reproducciones relacionadas con otros yacimientos. 

Ese enclave ha sido testigo de diversas civilizaciones a lo largo de la Historia. Ha aparecido una raedera del Paleolítico, fabricada en una piedra que parece limonita. Luego hubo allí un poblado de la Edad de Hierro, de hace dos mil años, y se han encontrado también algunos objetos de la Edad Media, como puntas de flecha. También ha aparecido una pieza relacionada con los fusiles de avancarga (de la época de las guerras carlistas, en el XIX). Otros vestigios son de la Guerra Civil de 1936: unos casquillos y una llave para abrir latas. En suma, se trata de un paraje con bastante sabor bélico.

«No hemos sido nosotros los primeros en excavar en la cima Murumendi. Desde siempre se sabía que allí había restos antiguos. Carlos Olaetxea y Josean Mujika hicieron algunas catas, pero hemos sido nosotros, los de Suhar, los primeros en conseguir una datación tan antigua», comenta Arrese.

Este enclave es, básicamente, interesante por los restos del poblado de la Edad de Hierro. Se trataría de un poblado pequeño, con dos murallas paralelas. Ya han aparecido restos de habitáculos. Se trataba de cabañas con suelo a base de cantos de arenisca, y en su capa más superficial tierra compactada. Las paredes estaban construidas a base de ramas con un manteado de arcilla en los intersicios. 

En cambio, las catas en la zona comprendida entre las dos murallas han sido infructuosas. «Suponemos que esa franja iría destinada al ganado o a tareas agrícolas, pero no han aparecido restos».

La zona es de una gran pendiente. Y cuando acaba la cuesta asoma el precipicio. Una zona fácil de defender, y esa sería una de las razones que impulsaron a aquellas gentes a montar allí el poblado.
«Hoy en día va mucha gente a Murumendi. Se accede desde el monte Usurbe, desde Garin, desde Mandubia... Sopla mucho viento, y piensas cómo se les ocurriría vivir allí. La gente cree que aquello son pistas forestales, cuando en realidad son intervenciones de la Edad de Hierro, relacionadas con las murallas». Esos muros defensivos son diferentes a los de los otros castros del territorio guipuzcoano, pues son compactos, a base de lajas, sin relleno en la parte central.

En la parte más alta del peñasco hay una especie de cráter. «La gente de la zona ha creído siempre que era una cantera de piedra caliza, destinada a la elaboración de cal. Nosotros sospechamos que ya las gentes de la Edad de Hierro comenzaron a usar esa técnica. Pero, en cambio, en el suelo de la vivienda usaban piedra arenisca, porque ya sabían que conserva mejor el calor. La tenían que traer desde otros parajes».

«Me resisto a creer la teoría de que Murumendi y los otros castros eran satélites del gran poblado de Intxur. Al menos el de Murumendi, no es de la misma época. Se nota, por ejemplo, en la cerámica. Aquí, toda es elaborada a torno, y las piezas de molinos que hemos encontrado son del modelo llamado circular, más moderno que el modelo barquiforme», prosigue el arqueólogo.

En Murumendi han aparecido también muchas escorias. «Creemos que varios de los objetos encontrados allí fueron fabricados ‘in situ’». Y también han aflorado algunas piezas que nos hablan de una civilización amante de lo bello. Hay una cuenta de collar, de vidrio y de un color azul cercano al turquesa, y una pequeña plancha de hierro decorada con figuras circulares.

En la exposición se sabrán los datos y se verán los objetos resultantes de tres campañas de excavaciones. El equipo de Suhar trabajó allí en los agostos de 2010, 2011 y 2012. «Y quisiéramos seguir, porque el lugar va a dar de sí. Hemos descubierto la zona donde, según parece, estaba una torre que protegía la entrada al poblado, y conviene excavar ahí. Además, tenemos la sospecha de que el lugar tuvo otra ocupación una vez finalizada la Edad de Hierro». Los arqueólogos también han recuperado una pieza relacionada con los fusiles de avancarga, que podría datar de mediados del XIX, y también bastantes casquillos de la Guerra Civil de 1936. «Estos casquillos de fusil son habituales, en cambio estos otros, de pistola Mauser, no tanto. Pensamos que son munición del segundo batallón Euzko Indarra, de ANV, que pasó por Murumendi después de batallar en la Venta de Zarate».

Ander Arrese es miembro del colectivo de arqueólogos Suhar, que está compuesto por gentes de Gipuzkoa y Bizkaia. Se gana la vida, en parte, gracias a las llamadas «intervenciones arqueológicas» que son precisas llevar a cabo cuando se hacen obras en zonas susceptibles de contener restos antiguos, y también ofrece a escuelas y grupos diversos cursillos sobre técnicas prehistóricas, desde modos de hacer fuego hasta técnicas para trabajar el sílex. «Y luego viene la investigación, como lo que hemos hecho en Murumendi. También llevamos a cabo un trabajo en Jentilbaratza, de Ataun. Hicimos un catálogo con todos los yacimientos de ese pueblo. Cuando pones en un mapa todos esos sitios, realmente llama la atención».

Diario Vasco

sábado, 8 de septiembre de 2012

San Sebastián en 1813


  Reconstrución en 3D de la San Sebastián anterior al incendio del 31 de Agosto.


Aprovechando que hoy hace 199 años que las últimas tropas napoleónicas en España capitulaban en San Sebastian, os pongo este video por cortesía de Eneka.

domingo, 5 de agosto de 2012

Termina la temporada de excavaciones en Munoaundi (Azcoitia)

Este año se ha iniciado la búsqueda de viviendas. La campaña se ha centrado en los dos objetivos primordiales de este gran proyecto

 
Hoy termina la séptima temporada de excavaciones en el poblado amurallado de la edad del hierro de Munoandi. La campaña de este año se ha centrado en los dos objetivos primordiales de este gran proyecto; por una lado en la especificación del tipo de muralla que rodea el recinto y la recogida de información sobre la ciclópea entrada del mismo, y por otro lado, comenzar los trabajos de búsqueda de vivienda en el espacio donde tras realizar varias catas se encontraron diversos utensilios de la vida cotidiana de sus moradores.
 
Hallazgos en la zona 
 
Los trabajos en este aterrazamiento han dado, en estos días con trozos de cerámica, ya sean de confección manual o en torno, diversas piezas metálicas, además de escoria de metal (restos que quedan tras el trabajo de la metalurgia).
 
Con este último hallazgo, estamos asegurando que aquí se trabajaba el metal, ya fuera para confeccionar herramientas, adornos o armas. Ahora habrá que realizar análisis metalográficos y químicos para ver exactamente que tipo de metal era el trabajado.
 
La nueva zona de trabajo, abarca aproximadamente 100 metros cuadrados y según Sonia San José, responsable de la excavación «el tiempo ha acompañado y hemos podido realizar bastante trabajo. Para el año que viene extenderemos la zona hacia abajo, es decir hacia la muralla y también en la parte superior de la misma».
 
Se han retirado tres capas o «lechos» de 4 centímetros y básicamente se están limpiando los tocones de los pinos que había en la zona para poder cortar las raíces y quitarlos de la zona.
 
También, se han recogido muestras de carbón que examinados con la técnica del Carbono 14 nos indicarán su datación, así como el tipo de madera que era y por lo tanto el tipo de aprovechamiento que hacían nuestros antepasados del entorno. Las 20 personas que han trabajado en la zona este año, lo han hecho divididos en dos grupos. Uno en la zona del aterrazamiento y la otra en la muralla y puerta de acceso al recinto. En esta última, han retirado otra capa en la superficie sacando otra hilera de piedra de la muralla y han dado con la pared exterior de la torre de control de la entrada. En la campaña, además de la visita guiada que fue muy exitosa con unas 40 personas, ha habido un goteo constante de visitantes que se han acercado a este tesoro.
 
Poblado fortificado 
 
Munoaundi es un poblado fortificado de la Edad del Hierro, construido durante el primer milenio antes de nuestra Era, en la época anterior a la llegada de los romanos a nuestro territorio y se sitúa al este del monte Txalintxo y encima de Loyola con una superficie total que rondaría las 7 hectáreas . Desde este sitio se controla gran parte del valle del Urola. Desde 2006 miembros del Departamento de Prehistoria de la Sociedad de Ciencias Aranzadi están realizando la excavación arqueológica de este poblado para conocer como vivían sus pobladores hace unos 2.500 años.
 
En 2006 se desarrolló una campaña de prospección arqueológica en todo el recinto para localizar las áreas de mayor interés. Se excavaron más de 40 catas, donde se hallaron una pesa troncocónica de bronce, prueba irrefutable de actividad comercial y por ende conocimientos matemáticos para poder realizar transacciones comerciales. Pesas similares de esa época tan solo se han hallado en el poblado de la edad del hierro de Biasteri (Laguardia). También se hallaron piezas metálicas de la parte inferior de asta de lanza, una fíbula de bronce (elemento de adorno de un broche para 'agarrar' una capa), etc.
 
Fuente: Diario Vasco

domingo, 15 de julio de 2012

Arqueología comunitaria en Murugain

Arqueólogos y vecinos trabajarán en equipo en la cima aramaioarra. La segunda fase de la investigación del poblado de la Edad de Hierro y la Guerra Civil finalizará a finales de mes

  15.07.12 - 00:57 - NAGORE GOÑI | ARRASATE.

La cima de Murugain será un verano más punto de encuentro de arqueólogos y vecinos, que trabajarán en equipo en la investigación del poblado de la Edad de Hierro y la Guerra Civil. Tras una primera fase de trabajos arqueológicos que dieron sus frutos el verano pasado, el ayuntamiento de Aramaio, en colaboración con la Asociación para la recuperación del patrimonio (AOBT), y la empresa Ondare Babesa volverán a retomar la semana que viene los trabajos de excavación.

El objetivo será el mismo: estudiar la técnica constructiva de la muralla que rodeaba el poblado de la Edad de Hierro y determinar su estructura, así como sacar a la luz restos de las trincheras del 36. Sin embargo, el trabajo en la cumbre de 778 metros, se verá reforzado con la ayuda de voluntarios, que realizarán labores de excavación manual bajo la dirección del arqueólogo Etor Telleria. Para ello, han establecido días concretos hasta el final de la investigación, dentro de dos semanas. Los voluntarios trabajarán en 'auzolan' los días 18, 21, 25 y 28, de 9.00 a 14.00 horas. Todos los interesados pueden realizar la inscripción antes del martes, 17 de julio, en el ayuntamiento.

Alex Mendikute, miembro de la Asociación para la recuperación del patrimonio de Aramaio, se siente optimista y asegura que cuatro o cinco personas ya han mostrado su interés por el proyecto.

Tras esta segunda fase arqueológica y al igual que el verano pasado, según señala Mendikute, organizarán, esta vez en septiembre, visitas guiadas a Murugain, además de colocar paneles informativos en Aramaio, Untzilla y Murugain.

AOBT lleva ya cinco años apostando por el trabajo comunitario o 'auzolan', y la valoración es «positiva», según Mendikute. «Hasta el momento hemos realizado trabajos de acondicionamiento de caminos, como el de Txingurri, de escaleras como la de Andramari y de la fuente de Maskaño». El año pasado también trabajaron en el yacimiento de Murugain, que cubrieron para preservarlo de la intemperie y realizaron más búsquedas de trincheras. Este verano, volverán a ponerse manos a la obra en Murugain.

De poblado a trinchera 

  El poblado de la Edad de Hierro de Mugurain fue descubierto en 1988 por J. A Mujika y C. Olaetxea. Desde entonces se han acometido varias excavaciones. Ese mismo año, una cata arqueológica dirigida por Carlos Olaetxea de Aranzadi descubrió veinte fragmentos de cerámica a mano y un fragmento de bronce decorado.

 Quince años más tarde Xavier Peñalver y Sonia San José, también de Aranzadi, llevaron a cabo una intervención de valoración del impacto producido por la estación de telefonía móvil, de la que se localizó la estructura muraria que rodea el recinto de Murugain y su derrumbe, que alcanza más de cinco metros de anchura.

En 2005, la colocación de otra antena de telefonía móvil hizo necesaria una intervención arqueológica de urgencia, en la cuál se halló un supuesto espacio de ocupación delimitado por la muralla, donde se localizó material cerámico elaborado a mano.

La investigación de Ondare Babesa también localizó en julio del 2011 restos de cerámica, un molino de mano y varias piedras de afilar, pruebas irrefutables de la existencia de un asentamiento humano estable. La actuación arqueológica también permitió aflorar casquillos de bala, 60 latas y otros objetos bélicos, correspondientes a las tropas que permanecieron atrincheradas en esta cima de octubre de 1936 a abril del 37. Los últimos en protegerse en Murugain fueron los milicianos del Batallón Dragones que se vieron forzados a abandonar la zona tras el ataque de las tropas enemigas el 31 de marzo del 37.

 Fuente: El diario vasco

jueves, 10 de mayo de 2012

La arqueóloga Aitziber Lekuona da a conocer los hallazgos de la finca Zubieta este jueves en Hondarribia (Gipuzkoa)

SAN SEBASTIÁN, 9 May. (EUROPA PRESS)

La arqueóloga Aitziber Lekuona dará a conocer los hallazgos arqueológicos de la finca Zubieta este jueves en Zuloaga Etxea de Hondarribia (Gipuzkoa).

La cita tendrá lugar a las 19.00 horas. Lekuona dará a conocer los resultados de las investigaciones arqueológicas realizadas por la Fundación Arkeolan en la finca Zubieta de Hondarribia, propiedad de la Diputación de Gipuzkoa.

Situada en término municipal de Hondarribia y en las inmediaciones del barrio de Jaizubia, en estos terrenos se realizan plantaciones experimentales y se llevan a cabo programas agropecuarios. Conserva el nombre del antiguo caserío al que pertenecieron los terrenos que se situaba en la parte elevada de la loma, en el lugar hoy ocupado por los establos y almacenes de maquinaría.

La finca ocupa una loma redondeada adelantada sobre los antiguos terrenos de marisma hoy desecados. Por su posición, ha sido objeto de prospecciones arqueológicas desde el año 2007. Las prospecciones se inscriben en las investigaciones que la Fundación Arkeolan, con el apoyo de la Diputación viene realizando en torno al asentamiento romano de Oiasso, cuyo núcleo urbano se ha reconocido en pleno centro de la ciudad de Irún.

En el año 2007 se recuperaron fragmentos de cerámicas en los terrenos cultivados, entre los que se identificaron ejemplos romanos. Alentados por el descubrimiento, se siguió explorando la zona, incluso con apoyo de una miniexcavadora.

Finalmente, en el año 2011, en un sector de la finca se descubrieron restos de cerámica hecha a mano, muchas piezas de sílex y mineral de hierro. Se dató la ocupación en la Edad del Bronce-Hierro. Poco más tarde se obtuvieron datos correspondientes al Calcolítico (Edad del Cobre), de unos 4.000 años de antigüedad.

A la vista de los descubrimientos este año, un equipo de varios arqueólogos ha trabajado durante dos meses, febrero y marzo, en ese sector de la finca, obteniendo datos de "gran interés" que remontan al Paleolítico la ocupación del enclave.

Lekuona desgranará en su conferencia (euskera y castellano) los detalles del descubrimiento, acompañándose de imágenes y audiovisuales que permitirán al público seguir un recorrido a lo largo de unos 20.000 años de historia.

Fuente:
Europa Press

miércoles, 9 de mayo de 2012

A la caza de la torre de Atxorrotz

Eskoriatza afronta una nueva campaña de excavaciones arqueológicas dentro de la puesta en valor del castillo 
 Eskoriatza, anabel dominguez- Miércoles, 9 de Mayo de 2012

Hace cuatro años que el municipio de Eskoriatza comenzó a escarbar en las entrañas de uno de sus tesoros más preciados: el castillo de Atxorrotz. La misión se antojaba apasionante. No en vano, la fortaleza que a pesar del devenir de los años ha conseguido conservar sus restos en la cima del monte del mismo nombre, puede presumir de haber sido uno de los castillos más importantes de Gipuzkoa en la Alta Edad Media. Así que la investigación, preservación y socialización de esta joya del patrimonio cultural eskoria-tzarra era una vieja aspiración que está recogiendo sus frutos.

 Los objetivos se van cumpliendo. Tras las campañas de 2009, 2010 y 2011, la empresa navarra de arqueología Larrate, bajo el auspicio del Consistorio, afronta un nuevo asalto del proyecto de excavaciones arqueológicas. El equipo que dirige el historiador Iñaki Sagredo volverá a arrojar luz sobre una pieza clave de la historia de Eskoriatza. Y es que a nivel histórico, Atxorrotz destaca por su "extraordinaria importancia" dentro del sistema defensivo de Gipuzkoa en el siglo XII y por su sede como tenente del rey de Navarra.

La intervención ya ha dado el pistoletazo de salida. El propio Sagredo y los arqueólogos Itxaso Egizabal y Jesús López se han puesto manos a la obra. En esta nueva fase se prevé "la localización del muro interior oeste y sureste y el zócalo de la entrada con el propósito de completar el cerco amurallado del castillo principal", explican desde Larrate, que contarán con el asesoramiento de la empresa alavesa Artyco para la consolidación de la muralla.

 La documentación del potencial arqueológico de Atxorrotz incluirá también un sondeo en el interior de la ermita de Santa Cruz, del siglo XVI y que fue rehabilitada en 1953. "Se espera encontrar indicios de la construcción medieval de la base de la torre del homenaje del castillo (la estructura central), ya que lo más probable es que esta se ubicara en el lugar que ocupa la ermita, junto al aljibe y en la parte más alta del recinto", detalla el proyecto que coordina el investigador e historiador Iñaki Sagredo.

 "Al menos, a priori, el sondeo será muy interesante para conocer la tipología de las torres medievales de los castillos roqueros de Gipuzkoa, donde solo se han encontrado restos de estas características en las fortalezas de Ausa Gaztelu y Beloaga", adelantan desde Larrate. Asimismo, aprovechando que la actuación que va a llevarse a cabo obligará a levantar el suelo de la ermita, se procederá a renovar su entablado de madera dado su mal estado de conservación.  

Ultimo asalto 
'Museo al aire libre'

Esta cuarta y última campaña rematará un trabajo iniciado en 2009 donde ya se puso de manifiesto la relevancia de este conjunto arqueológico eskoriatzarra que, precisamente, el pasado marzo el Gobierno Vasco declaró Bien Cultural con categoría de Monumento. Ha sido "interesante", incluso, confrontar los resultados obtenidos con los que logró el equipo de Ignacio Barandiaran en la actuación realizada en los años 60 del siglo pasado.

Pero, al mismo tiempo, la limpieza del aljibe ha facilitado el estudio de su capacidad, labra y tipología. "Fue la primera cisterna medieval de un castillo roquero que era intervenida y acondicionada para su preservación en Gipuzkoa", precisan desde Larrate. Se han localizado materiales como cerámica, puntas de ballesta y una moneda del rey de Navarra Sancho el Sabio que "confirma su uso en el siglo XII", añade el equipo de Gestión Cultural Larrate. A lo que hay que sumar otros hallazgos que contribuyen a la puesta en valor de Atxorrotz.

En esta nueva fase, las prospecciones, catas y sondeos se prolongarán, en principio, un par de meses en la cima desde donde se divisa todo el valle de Leniz. Después cogerán el relevo las distintas actividades para socializar los resultados. "Se volverán a organizar visitas guiadas tanto para los escolares como para los adultos; un ciclo de conferencias y una exposición temporal hacia finales de año", expone Nerea Arana desde el museo Ibarraundi.

Dentro del programa de divulgación, que está reforzado con un concienzudo trabajo de recuperación y restauración para consolidar el rico patrimonio que custodia Atxorrotz, se instalará "hacia octubre" un panel informativo en el entorno de la ermita. La idea es que el yacimiento arqueológico funcione a modo de un museo al aire libre, dentro de las directrices que marca su condición de Bien Cultural. De modo que el visitante, oriundo y foráneo, tendrá la oportunidad de interpretar lo que era un castillo medieval. Y el de Atxorrotz no era uno cualquiera.  

Fuente:
Noticias de Gipuzkoa

miércoles, 4 de enero de 2012

Dos grandes clanes: los Sasiola y los Irarrazabal

DV - 03.01.12 -F. I. | DEBA.

Ya en el siglo XV, en la villa se fueron formando unas élites urbanas, las que ostentaban el mayor poder económico. Los más importantes de estos clanes fueron los Irarrazabal y los Sasiola.

En principio, ambos solares se ubicaban en el término jurisdiccional de la villa, lo que denota que ya eran importantes antes de la fundación de la villa.

Buen número de tratadistas han adjudicado a estos dos clanes la condición de «parientes mayores». En este libro de los historiadores Azpiazu y Elorza, en cambio, se cita un documento que hace pensar lo contrario. En el famoso desafío lanzado en Elgoibar el último día de 1456, por los parientes mayores guipuzoanos encabezados por los señores de Olaso, Lazkano y Balda, contra ocho villas y representantes de la Hermandad de Gipuzkoa, se amenaza expresamente a «Jofre Ybáñez de Sasiola e Martín Ochoa de Yrarraçabal, vecinos de la villa de Monreal de Deva».

Los Irarrazabal eran prebostes. En principio, este cargo provenía por designación real, y desde la práctica constitución de la villa, el prebostazgo había recaído en este clan, en recompensa a los favores servidos con sus navíos a la causa real.
Los prebostes eran los encargados de prevenir los delitos y capturar y custodiar a los delincuentes.

Los Sasiola por su parte, «presentaban en general un perfil más tecnócrata», según se puede leer en el libro. Martín Ochoa de Sasiola y Mezeta prestó sus servicios como secretario y tesorero a uno de los grandes de la nobleza, como era el Condestable de Castilla, jefe militar del reino y máximo representante del mismo en ausencia del monarca. Este Sasiola fue uno de los personajes que, el 25 de noviembre de 1539, recibieron al emperador Carlos V al entrar en Gipuzkoa.

Fuente: El Diario Vasco

martes, 3 de enero de 2012

El río Deba fue una autopista

Entre los siglos XV y XVII fue la gran vía de unión entre la Meseta y el Cantábrico. Era navegable en sus últimos doce kilómetros y todavía quedan en pie varias lonjas, como la de Maaspe
DV 03.01.12 - 02:01 - FELIX IBARGUTXI | DEBA.


El río Deba -navegable entre su desembocadura y el barrio elgoibartarra de Altzola- fue una gran autopista comercial entre los siglos XV y XVII. Por allí salió la lana de Castilla hacia el mar, hacia Flandes; por allí se transportó el famoso acero de Mondragón hacia Sevilla y hacia las Américas; en dirección contraria, por esas aguas subió la grasa de ballena hacia Castilla.

La semana pasada se presentó en Deba el libro 'Deba, una villa de vocación marinera y mercantil (siglos XV-XVII)', que informa al detalle de la faceta comercial de esta vía fluvial.

Tradicionalmente, han sido navegables los últimos doce kilómeros. Desde la desembocadura hasta Sasiola, la navegación es muy cómoda, ayudada por las mareas. A partir de ahí, hasta Altzola, hacen falta pértigas. El transporte se hacía mediante unas embarcaciones de fondo plano, llamadas en euskera 'alak'. Existe un viejo término que también ha llegado hasta nuestros días: 'alaga'. Era la pértiga de madera con punta metálica que se usaba para impulsar la embarcación.

El transporte fluvial resultaba muy ventajoso: mientras una mula podía transportar hasta 150 kilos, una embarcación era capaz de acoger cerca de 1.000.
Según cuentan José Antonio Azpiazu y Javier Elorza en su libro, publicado gracias a la beca de Ostolaza Kultur Elkartea, la población de Deba «tuvo una posición de privilegio en las relaciones comerciales entre la Meseta y el Cantábrico». Desde el interior hacia el mar, se comercializaba el hierro y el acero de la provincia, la lana de Castilla y el trigo de Vitoria-Gasteiz); desde la mar hacia el interior, circulaban la grasa de ballena, el pescado (sobre todo el bacalao) y los paños.

La conexión Vitoria-San Sebastián era mayormente por el valle del Deba, y no por la cuenca del Oria, como lo es en la actualidad. Un texto antigua lo relata así: «Desde la dicha çiudad de Vitoria y villa de Vergara se conduce para la de San Sebastián con mucha comodidad el trigo por la vía de la dicha Alçola y Deva en varcos y pinaças y en más cantidad que no en cavalgaduras por la vía de Santadrián, Segura y Tolosa».

Pero eso es agua pasada. Hoy en día, al margen de algunas personas en busca de angulas, nadie transita por las aguas del río Deba. Aún así, lo que son las cosas, los testigos más antiguos recuerdan que hubo carreras muy populares de 'alas', que, impulsadas por las mencionadas 'alagas', llegaban hasta Mendaro.

«La vida en el cauce de la ría debió de ser extraordinariamente rica, tanto en la fabricación de naos como en el transporte y pesca», han dejado escrito Azpiazu y Elorza. Se trataba de una sociedad violenta, y los viejos legajos dan noticia de abundantes sucesos trágicos. Por ejemplo, el acaecido el 6 de agosto en 1542, cuando Madalena de Zubialde recibió «una estocada en la ingle mortal» ante «muchos testigos». Acudió un cirujano, quien apreció que se trataba de una herida incurable, y de hecho la mujer expiró en presencia de dichos testigos.

La ría de Deba era una importante vía de salida para el hierro trabajado en las ferrerías. Oñati, el condado controlado por el linaje de los Gebara, también se valía de esa salida al mar. El año 1531, Juan de Lastur, maestre de nao vecino de Deba, se compromete con el mercader oñatiarra Nicolás Pérez de Lazarraga a navegar a Sevilla. Acuerdan transportar a la capital hispalense 396 cabos de hierro, cinco cajas de herraje y otras mercancías.

Otro elemento que con frecuencia viajaba en las aguas del río Deba eran las armas destinadas a la Corona española. También bajaba por el cauce fluvial el apreciadísimo acero mondragonés, «cuya calidad pone Garibay a la par del acero de Milán, con la ventaja de que el procedente de Arrasate se podía reutilizar sin menoscabo de su calidad». Los historiadores Azpiazu y Elorza se han topado con que el año 1539 se menciona una embarcación que lleva ese acero a la ciudad francesa de Nantes. Pero la referencia más directa y frecuente para los mercaderes vascos era Sevilla.

La grasa de ballena -el llamado saín, procedente sobre todo de Terranova- también transitó con frecuencia por el Deba. El tráfico de esta mercancía con destino Vitoria era constante. Generalmente, el saín partía de San Sebastián, luego recorría todo el Valle del Deba hasta el puerto de Arlaban.

El comercio de la lana fue otro de los pilares. Procedía básicamente de Castilla, pero la zona de La Rioja también tenía su importancia. Existe un documento de 1547 que informa del traslado de cinco sacas de lana de Ezcaray a Altzola. También hay constancia de un traslado desde Gatzaga hasta Deba, de nada menos que 344 sacas. La localidad cercana al Alto de Arlaban tuvo también una gran importancia comercial.

Elemento imprescindible para el desarrollo del comercio eran las lonjas. Se trataba de inmuebles destinados al almacenamiento y custodia de los productos que manejaban los mercaderes. Hubo bastantes, y la lonja por excelencia es Maaspe, un edificio que ha pervivido hasta nuestros días. Su nombre significa en euskera «Debajo de las viñas». Como dicen los autores del libro, «este inmueble permanece hoy en día milagrosamente enhiesto, tras soportar todos los embates que en aras de la modernidad ha sufrido la zona donde se asienta (trazado del ferrocarril, carretera, alineación de riberas, encauzamiento del río, etc), así como por fenómenos naturales (riadas, tempestades...)».

Personajes muy europeos

En la presentación del libro, los autores ofrecieron al público debarra varias anécdotas muy ilustrativas, como la del testamento de Martín Alós de Amilibia, hombre de mar nacido en 1480. Al sentirse mal, redactó en un testamento cerrado el destino que se les debía de dar a las monedas de un pequeño cofre. Y la variedad de monedas nos muestra un hombre muy viajado: había 'tostones' de Venecia y Génova, 'gruesos de cruces' ingleses y piezas de la Liga Hanseática, del norte de la actual Alemania. «Quiere decir que los debarras de entonces andaban por Europa como por el pasillo de su casa», comentó Elorza.

El historiador de Soraluze residente en Elgoibar se refirió también al «primer caso de secuestro político conocido en Gipuzkoa». Se trata de la retención por la fuerza del azpeitiarra Juan Martínez de Olano, a cargo del señor Ruiz de Olaso, cabecilla del bando gamboíno. El secuestrado pasó la primera noche en el caserío Garate, de Elgoibar, y de allí fue trasladado hasta Bermeo.

El infortunado era un activo miembro de la Hermandad, contraria al poder de los nobles banderizos. Así las cosas, la Hermandad comenzó a mover los hilos para conseguir la liberación. Se pusieron en contacto con el vicario de Mutriku, Gonzalo de Mezeta, que era pariente del secuestrador. Y ahora viene el detalle relacionado con Deba: las negociaciones se llevaron a cabo en la torre de Maaspe de esa localidad. Se acordó pagar un rescate de 346 doblones de oro, el equivalente a unos seis millones de euros.

Fuente: El diario vasco

miércoles, 23 de marzo de 2011

Los mineros prehistóricos de Amezketa

Localizan importantes vestigios de minería de la Edad de Bronce en el coto minero de Arritzaga

23.03.11 - 03:13 -
NEREA AZURMENDI |DV SAN SEBASTIÁN.

Los hallazgos realizados en el coto minero de Arritzaga, en el término municipal de Amezketa, han permitido trazar una línea que une la Edad de Bronce con el año 1965, fecha en la que cesó definitivamente en ese enclave de Enirio-Aralar una actividad minera de la que había constancia ininterrumpida desde tiempos de los romanos pero que, a la luz de los últimos vestigios encontrados en la zona, puede retrotraerse en el tiempo hasta mediados del primer milenio antes de Cristo.
«Tenía que llegar, y ha llegado», afirmó la arqueóloga Mertxe Urtega, directora del proyecto, al referirse a los hallazgos que han sido posibles gracias al trabajo que vienen realizando en la zona desde 2008 los espeleólogos de la sociedad Félix Ugarte, cuyo presidente, Txomin Ugalde, detalló ayer cómo habían trabajado en el marco del programa de investigación de la minería antigua que desarrollan en colaboración con la Fundación Arkeolan y el apoyo de la Diputación Foral de Gipuzkoa.

Ambos hicieron referencia a las excelentes condiciones previas que ofrecía el entorno, y destacaron que una de las claves para realizar el importante descubrimiento ha sido, básicamente, «empezar a mirar con otros ojos». Como recordó Mertxe Urteaga, Gipuzkoa, con mineralizaciones metálicas de interés repartidas prácticamente por todas las zonas montañosas del territorio, es junto con Jaén una de las zonas de la península donde a lo largo de la historia se ha registrado más actividad minera, lo que se refleja en la enorme densidad de concesiones mineras existentes.

En el conjunto de Gipuzkoa, y pese a la preponderancia que han adquirido los yacimientos de Oiartzun o Irun, no era en absoluto desconocido el valor que como coto minero tenía Arritzaga, donde ya constaba que habían extraído mineral los romanos, que se había proseguido con esa actividad en la Edad Media y que, en el siglo XVIII, se instaló un importante poblado minero que atrajo a muchos trabajadores centroeuropeos. Como destacó en la presentación de los hallazgos que tuvo lugar ayer en San Sebastián el alcalde de Amezketa, Jesús Iñurrita, los amezketarras de cierta edad no necesitan recurrir a los libros para tener constancia directa de la tradición minera de la localidad, ya que ellos mismos vieron cómo se cerraba a mediados de la década de los sesenta del pasado siglo la última empresa que explotaba las riquezas minerales del subsuelo del macizo de Aralar.

Una nueva perspectiva

Con todos los precedentes locales y los referentes foráneos a favor, se trataba de apostar por otra perspectiva, dar por buena la hipótesis de que pudo existir en Gipuzkoa minería prehistórica, previa a la llegada de los romanos y sus conocimientos, y lanzarse a actuar en consecuencia. Fue, como indicó Txomin Ugalde, plantear la hipótesis adecuada, empezar a buscar vestigios y comenzar a encontrarlos.

Mineros muy expertos

Los primeros y más evidentes rastros de actividad minera se hallaron en las monteras, en las zonas superficiales de oxidación del mineral primario que, probablemente y por razones no muy distintas, fueron también las primeras que explotaron los buscadores y extractores de minerales goierritarras de hace tres milenios. Pero los hallazgos no se redujeron a lo que puede considerarse la forma más básica y sencilla de minería. Aguzando un poco la vista y ampliando un tanto la hipótesis de trabajo, cayeron en la cuenta del valor que, a efectos de extracción de minerales, podían tener las grandes zanjas, propias de los macizos karsticos, que a lo largo de los siglos se habían ido colmatando de tierra e impurezas. 'Impurezas' que, tras los pertinentes análisis, han demostrado tener hasta un 14% de cobre. Ya lo detectaron los mineros prehistóricos de Amezketa que, utilizando una técnica que coincide con la empleada en otros yacimientos mineros de la misma época en zonas como Gales, procedieron a vaciar las zanjas y a aprovechar el mineral, dejando al descubierto trincheras de más de cinco metros de profundidad que, en algún caso, dibujan en el terreno cicatrices que se acercan al medio kilómetro de longitud.

Como destacaron en la presentación, nos encontramos ya ante técnicas mineras depuradas que, a la luz de los resultados de los análisis por carbono 14 que se han realizado en Suecia, datan la actividad en la Edad del Bronce Medio, hace unos 3.500 años. No obstante, los mineros de Aralar dieron un paso más y, «horadaron en el subsuelo en caliza persiguiendo un filón de cobre de unos 30 ó 40 centímetros, algo que requiere metodología y habilidad». Teniendo en cuenta que el único útil que se ha encontrado por el momento es una herramienta hecha con una cornamenta de ciervo, «que puede ser del inicio de la edad de los metales», la habilidad y la fuerza de nuestros antepasados queda fuera de toda duda.

Ya en nuestros días, lo que requiere la mirada retrospectiva a la prehistoria de la minería vasca es espeleólogos expertos, ya que si moverse por las zanjas es complicado, adentrarse en una galería de 50 metros cuya entrada apenas merece la consideración de gatera es extremadamente difícil y peligroso, y también lo es trabajar en su interior. De lo angosto de los pasajes y la dificultad de moverse en la mina dan fe los miembros de la sociedad Félix Ugarte que, dirigidos por Mertxe Urteaga, llevan tres o cuatro años desplazándose regularmente -«por afición, no de manera profesional y remunerada»- en grupos de seis y ocho personas al complejo que es, de momento, el único lugar de la Comunidad Autónoma donde se ha encontrado constancia de minería prehistórica. Su pariente geográficamente más próximo se encuentra en las minas de cobre de la localidad bajonavarra de Banka.
En los prolegómenos

Incluso en el contexto europeo son escasos los yacimientos mineros de estas características; en el estatal, apenas hay dos referencias, una en Asturias y otra en Huelva. Por lo tanto, esa rareza avala la excepcionalidad de los hallazgos realizados en Aralar que, según Mertxe Urteaga, están todavía en una fase muy incipiente, en los prolegómenos.

El futuro inmediato del proyecto es vaciar, con metodología arqueológica, una mina que ha permanecido sellada durante siglos, ya que los desarrollos mineros más modernos se implantaron en una zona relativamente alejada. «Ir sacando lo que han ido dejando sucesivas generaciones de mineros ofrece posibilidades inmensas, a costa de una una planificación exhaustiva», adelantó Urteaga. «Después de 2.000 años, los primeros que entramos fuimos nosotros», recordó, recreando la emoción del momento, Txomin Ugarte.

Ambos, en cualquier caso, destacaron que, una vez dadas a conocer las primeras sorpresas, lo más importante en esta fase es armar un buen proyecto que planifique el trabajo de los próximos años y permita extraer toda su riqueza a este coto minero de Aralar. El trabajo que se realice en Arritzaga, además, puede ayudar a desarrollar una metodología que permita extender la mirada que en este caso ha dado tan buenos resultados a otros lugares de Gipuzkoa y Euskadi, donde es muy probable que puedan realizarse hallazgos similares al de Amezketa.

Fuente: Diario Vasco

miércoles, 22 de diciembre de 2010

Feliz Navidad y Año Nuevo!



Santiagomendi o Monte de Santiago, con una ermita dedicada al Santo y lugar de paso del Camino. Antigua ubicación de la San Sebastian prehistórica, el castro várdulo de Morogui. El macizo nevado de Adarra al fondo.

jueves, 9 de septiembre de 2010

La virgen del Juncal (Irún)

La devoción que empezó entre juncos

La talla de la virgen del Juncal apareció en el siglo XII, siendo la imagen mariana más antigua de Gipuzkoa. Miles de irundarras visitaron ayer a su patrona, en el día de su festividad

09.09.10 - 02:49 -JOANA OCHOTECO | IRUN.

Corría el siglo XII y aún existía el antiguo puerto de Irun. La imagen de la que se convertiría en protectora de sus habitantes aparecía en una marisma cercana al mismo, entre los juncos. Es por ello que nuestra patrona, y tantas irundarras de distintas generaciones, llevan el nombre de Juncal, advocación de la virgen cuya festividad se celebró ayer, 8 de septiembre.

Se trata de la imagen mariana más antigua de Gipuzkoa, y probablemente de todo el País Vasco. La virgen del Juncal tiene mucha historia: las características de la talla son típicamente románicas, tal y como se desprendió de los estudios realizados durante la última restauración, en 2007, por parte de la empresa Arietta S.L.

Desde que finalizó dicho proceso, la virgen muestra una tez blanca y mejillas sonrosadas. Sin embargo, hasta entonces su rostro había lucido un tono más oscuro. Las hipótesis hablan de que, en la restauración anterior a ésta, se le aplicó betún para unificar su aspecto. Probablemente, la tez de la virgen del Juncal se encontraba algo sucia tras haber pasado siglos rodeada de velas y lámparas de aceite.

No fue ésta la única modificación que la imagen ha sufrido a lo largo de los siglos. Según los estudios realizados por Arietta S.L., el niño Jesús situado en su regazo y la parte inferior de la talla son añadidos posteriores a la aparición de la imagen. También su corona y la postura de sus manos han sido modificadas en distintos momentos de su historia, de acuerdo con las necesidades y costumbres de cada momento histórico, pero siempre con el objeto de dignificar su imagen.

Una festividad «entrañable»

No obstante, si bien el aspecto de la imagen ha cambiado a lo largo de los años, no ha sucedido lo mismo con el fervor que muchos irundarras sienten por su patrona. «La devoción hacia la virgen del Juncal no ha decaído en ningún momento», corroboraba ayer Fernando Jiménez, párroco del Juncal. En las novenas celebradas durante los días previos, «la iglesia ha estado llena. La virgen del Juncal es muy querida».
También ayer, jornada en la que el templo mantuvo sus puertas abiertas durante todo el día, fueron muchos los fieles que se acercaron a la parroquia: «hoy es un día entrañable y la misa ha estado muy concurrida», aseguraba Fernando Jiménez.

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